Edición y Subtitulado de Clips sobre Politica para el Mundo HISPANO. Unipersonal.
“Señores; que cada uno haga otro tanto” Lepanto 1571.
⚜ Señores, que cada uno haga otro tanto…
“La gigantesca flota turca tenía, desde hace mucho tiempo, en jaque al comercio naval de las naciones cristianas. Flotillas otomanas y berberiscas (aliados norteafricanos) se aventuraban, incluso, a hacer pequeñas “raids” en costas cristianas tan occidentales como las del levante español, quemando pueblos y capturando a cientos de hombres, mujeres y niños, que pasaban a engrosar el mercado de esclavos y concubinas de la capital del Imperio. El poder naval turco era patente .”
“Los almirantes turcos debatieron en el castillo de Lepanto la estrategia a seguir. Aunque Uluch Alí era partidario de resguardarse en el puerto y desgastar a la flota cristiana en un prolongado sitio, se impuso el temperamento visceral de Alí Pachá, que quería enfrentarse y aplastar a la armada cristiana en el mar. ” “La armada cristiana tuvo una grata recompensa al salir muy temprano, pues divisó a la flota turca cuando estaba a más de 15 millas. El avance se realizó en perfecto silencio, estando penado usar un arma o tocar algún instrumento.”
“Apenas pasado mediodía, los turcos hicieron su primera descarga de artillería, demasiado lejana, que sólo consiguió rendir un palo a la galera de Cardona. En minutos la lucha seria encarnizada. Congregábanse el grueso de las galeras españolas, muchas capitanas de otras naciones y La Real, el buque insignia. Alí Pachá prometió a sus jenízaros el paraíso mientras ordenaba a los esclavos cristianos que remaban apresurar la marcha.”
“Su objetivo era La Real. La galera insignia turca, La Sultana, descargó su artillería de proa sobre La Real, causando algunas bajas. Aguardando hasta el último momento, la artillería cristiana disparó a bocajarro sobre la proa turca, llevándose por delante a muchos combatientes musulmanes. Finalmente, La Sultana embistió a La Real, penetrando con su espolón hasta la altura de la tercera bancada de remeros. La Real no se hundió, ya que el novedoso sistema de mamparos con el que fue construido su armazón interno lo impidió. “
“Inmediatamente, los jenízaros turcos se lanzaron al abordaje. Los soldados embarcados, escogidos veteranos de los Tercios de Flandes, encendieron las mechas de sus arcabuces y mosquetes. La primera descarga de los 400 soldados españoles se llevó por delante al grueso del ataque turco. Sin pensárselo dos veces, los soldados echaron mano a sus espadas y abordaron la galera rival. Fueron, no obstante, detenidos a la altura del palo mayor, ya que galeras auxiliares turcas comenzaron a insuflar tropas de refresco dentro de su buque insignia. Rechazados tras un cruento combate, los soldados españoles volvieron a La Real, efectuando otra descarga. “
“Mientras el combate entre los buques insignia tenía lugar, el resto de la línea se enzarzó en una cruenta lucha. La batalla se volvió un caos: galeras turcas capturadas y manejadas por españoles o italianos, galeras cristianas capturadas por los turcos que seguían combatiendo, galeras incendiadas o hundidas, restos flotando por doquier, así como los cadáveres que caían al agua. Enmedio de aquel infierno, los casos de heroísmo individual se sucedían. El sargento Martín Muñoz, que se hallaba enfermo de calentura en la enfermería de su galera, oyó el combate y tomó su espada. Pasó a la galera turca matando a siete de sus enemigos, no sin ser alcanzado de cuatro flechazos y con la pierna partida por una bala de arcabuz. Sentándose a morir dijo a sus camaradas:
⚜ “Señores; que cada uno haga otro tanto”. Lepanto 1571.-